Que las televisiones emitan "!Qué bello es vivir!" en época navideña se ha convertido casi en una tradición más. Pero lo cierto es que el camino de esta película no fue nada fácil: tuvo que lidiar con el fracaso cuando se estrenó y hubieron de pasar muchos años hasta que se la consideró un clásico imprescindible.
Fue dirigida por el laureado director Frank Capra y protagonizada por James Stewart y Donna Reed. Tanto para Capra como para Stewart, fue su primer trabajo en el cine tras la Segunda Guerra Mundial, en la que el director había hecho documentales para el gobierno de Estados Unidos, y el actor había participado activamente en la guerra, siendo considerado uno de los mejores pilotos norteamericanos y llegando a ser coronel cuando la guerra finalizó.
El rodaje ya de por sí tuvo varias dificultades, por ejemplo, la historia comenzó siendo la de un político corrupto que se suicida en Nochebuena, pero el guión pasó por once manos diferentes y se fue moldeando hasta convertirse en la película que finalmente se estrenó y cuyo argumento está bastante alejado del argumento original. Además, la película fue un verdadero suplicio para la mayoría de los miembros del equipo, ya que se rodó una película navideña en plena ola de calor veraniega, así que supongo que no tendrían muchas ganas de ponerse abrigos, gorros y guantes. También tuvieron que lidiar con la censura ya que, en esa época existía el "código Hays", muy mojigato, pero a la vez exigente y nadie se lo podía saltar. Así que Hays decidió que en la película había un abrazo y un beso entre Stewart y Reed que duraba más de la cuenta y, por lo tanto, que era demasiado apasionado, así que se tuvo que recortar dicha escena.
Aunque sí hubo algo que se le valoró a la película desde el principio y es que fue el primer film en el que se usó espuma química para simular la nieve. Anteriormente se usaban copos de maíz teñidos de blanco que, evidentemente, hacían mucho ruido al caer, por lo que esas escenas se tenían que doblar después en un estudio de grabación, algo que evitó Capra usando esta nueva técnica. Así que la RKO, el estudio que produjo la película, se llevó un Oscar por este nuevo invento.
"!Qué bello es vivir!" se preestrenó en diciembre de 1946, para poder optar a los premios de la Academia de ese año, y se estrenó al público en 1947. Fue un rotundo fracaso que tuvo varias consecuencias: la RKO tuvo pérdidas de más de medio millón de dólares, algo que le terminó llevando a la quiebra, siendo absorbido poco después por la Paramount; también fue un desastre su paso por los Oscars y, además, la carrera de Frank Capra jamás se pudo recuperar de este revés.
La sociedad norteamericana había cambiado tras la Segunda Guerra Mundial y consideraba el cine de Capra pasado de moda, prefiriendo el cine crudo y realista de "Los mejores años de nuestra vida", la película que eclipsó ese año a "!Qué bello es vivir!", tanto en taquilla, como en crítica y premios. Se pensaba que al cine de Capra le sobraba idealismo y candidez política, así que el director de éxitos rotundos como "Sucedió una noche" o "Arsénico por compasión", dio casi por finiquitada su carrera tras "!Qué bello es vivir!", ya que, desde 1946 hasta 1961, año en el que rodó su última película, sólo hizo 5 films y de escaso valor.
Entonces, ¿cómo uno de los grandes fracasos de la historia del cine se considera hoy en día un auténtico clásico? ¿Por qué se le valora hoy lo que no se le valoró entonces? En esta ocasión la respuesta está en la televisión, ya que "!Qué bello es vivir!" es la película que más veces se ha emitido en la pequeña pantalla porque , a partir de 1974, se pudo emitir gratis en cualquier televisión del mundo. Ese año caducaban los derechos de autor de la película y la Paramount olvidó renovarlos, así que emitir el film se convirtió en la forma más rentable de rellenar un par de horas de televisión. Y de esta manera, la película empezó a tener sus adeptos, sus repercusiones y sus influencias. Por ejemplo, los personajes de Epi y Blas de "Barrio Sésamo" están inspirados en los personajes del taxista y el policía de "!Qué bello es vivir!". En 1987, tal era la importancia que tenía para muchas personas la película, que un juez de Florida impuso la obligación de ver "!Qué bello es vivir!" a un hombre que había matado a su mujer y que después se intentó suicidar, como parte de su condena, para que le diese valor a la vida. Y durante muchos años James Stewart estuvo recibiendo cartas de personas que le aseguraban que, tras ver la película, habían abandonado sus pensamientos suicidas.
En el año 2004, "!Qué bello es vivir!" fue considerada como la mejor película de la historia que no ganó el Oscar. Y ahora, parece ser, que se está barruntando la idea de hacer una segunda parte, que se estrenaría en el año 2015. Así que cruzaremos los dedos para que desistan...
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