martes, 6 de octubre de 2015

Con faldas y a lo loco

"Con faldas y a lo loco" es una película de 1959 dirigida por Billy Wilder e interpretada por Tony Curtis, Jack Lemmon y Marilyn Monroe, que narra cómo dos músicos se ven obligados a vestirse de mujer y a entrar en una orquesta femenina para huir de unos gánsters,
Ante todo un consejo, nunca pretendáis aprender inglés con las traducciones de los títulos de las películas, ya que, evidentemente, el título original, "Some like it hot" no significa "Con faldas y a lo loco", ni "Una Eva y dos Adanes", como se llamó en Hispanoamérica. En España se puso este título para aprovechar el tirón que tenía la canción de moda de la época, que se llamaba "A lo loco" que, si no conocéis la original, a lo mejor sí conocéis la versión que grabó Celia Cruz con Jarabe de Palo y que se incluyó en "El milagro de P. Tinto". Aunque peor fue el caso de Italia, dónde usaron la última frase del film para titular la película, es decir, es uno de esos títulos "destripafinales". En honor a la verdad, hay que decir que la traducción al español es un poco complicada, ya que "Some like it hot" se podría traducir como "A algunos les gusta caliente". Para los malpensados diré que el título original se refiere a la música jazz y no a Marilyn Monroe.
La película fue considerada la más divertida de la historia en el año 2.000 y la verdad es que es una comedia redonda a la que no creo que se la pueda poner ninguna pega, lo que no hace sospechar al espectador que el rodaje en realidad fue un auténtico infierno, especialmente para Billy Wilder y Tony Curtis a causa de Marilyn Monroe.
En un principio la película iba a ser en color, pero finalmente se decidió rodar en blanco y negro para que los maquillajes de Lemmon y Curtis no quedasen tan grotescos. Cuando Monroe se enteró se enfadó mucho y amenazó con abandonar el proyecto, pero después de mucho insistir, Wilder consiguió convencerla. Y es que Billy Wilder la conocía muy bien, ya que la había dirigido en "La tentación vive arriba" (1955) y, tras ese rodaje, Wilder se había jurado no volver a trabajar con Marilyn Monroe, pero sí, el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.
Monroe tenía grandes dotes para la comedia, pero una falta absoluta de disciplina, ya que solía llegar todos los días un mínimo de dos horas tarde al rodaje. Sobre este tema, Wilder dijo: "Antes quedabas con ella a las nueve y llegaba a las once, ahora la llamas en mayo y aparece en octubre. Una vez le recriminé su tardanza y se excusó diciendo que se había perdido de camino al estudio... ¡siete años viniendo al estudio y se pierde por el camino! Al principio estaba enfadado porque pensé que no me decía la verdad, luego fue peor cuando supe que me estaba diciendo la verdad". Aunque, para ser justos, también decía de ella que su talento era espectacular.
Una de las exigencias de Monroe era que su profesora de interpretación, Paula Strasberg (esposa de Lee Strasberg, fundador del Actor's Studio y mentor de los actores del método en Estados Unidos), estuviera presente en todas sus escenas. Al acabar cada escena, Monroe se dirigía a ella y le preguntaba: "Paula,¿lo he hecho bien?". Billy Wilder acabó muy harto de esa situación y, un día, al acabar Monroe una escena, el director, imitando la voz de la actriz dijo: "Paula, ¿lo ha hecho bien?". Esto desembocó en un enfado monumental de Strasberg, que se negó a acudir más al rodaje, y de Monroe, que estuvo a punto de abandonar la película.
Los problemas de Toni Curtis con Marilyn Monroe estaban más relacionados con los problemas que tenía la actriz para memorizar el guión. De ella decía Curtis que: "era una mujer con el cuerpo de una diosa y con el cerebro de un niño de cuatro años", o que "besar a Marilyn Monroe era peor que besar a Hitler". Quizá es comprensible cierta inquina hacia Monroe, teniendo en cuenta que una escena en la que tenía que decir: "¿Dónde está el bourbon?" se tuvo que repetir 59 veces, y otra en la que decía: "Soy yo, Sugar" se tuvo que repetir 47. También tuvieron que repetir más de una docena de veces un beso entre Curtis y Monroe y antes de besar a la actriz, Toni Curtis tenía que comer un poco de pollo, así que, tras el rodaje parece ser que Curtis estuvo una buena temporada sin comer pollo, porque ya lo aborrecía, y supongo que por eso también llegó a la conclusión de que hubiera sido mejor besar a Hitler.
También Orry Kelly, el encargado del vestuario de la película, tuvo el honor de enfadar a Marilyn Monroe. Un día fue a su camerino a tomarle medidas y le comentó que Toni Curtis tenía mejor culo que ella, algo que no sentó nada bien a la actriz, que se desabrochó la camisa y le preguntó a Kelly que si también las tetas de Toni Curtis eran mejores que las suyas.
Además de las anécdotas protagonizadas por Monroe, hay otras curiosidades. Por ejemplo, Lemmon y Curtis no eran las primeras opciones para interpretar estos papeles. El papel de Lemmon le fue ofrecido a Jerry Lewis que lo rechazó, ya que no quería que el público le considerase un travesti. Decía Lewis que, cada vez que llegaba la fecha del aniversario del estreno de la película, Jack Lemmon le mandaba una caja de bombones. A Anthony Perkins le ofrecieron el papel de Toni Curtis, pero también lo rechazó.
Dicen que antes de empezar el rodaje, Jack Lemmon y Toni Curtis se pasaron varios días paseándose por los pasillos de la Metro vestidos de mujer, para ver si resultaban convincentes. Y el resultado fue bastante bueno, ya que nadie les dijo nada, ni siquiera cuando se metían en los aseos femeninos. Aunque Toni Curtis tuvo que ser doblado por Paul Frees cada vez que le tocaba hacer de su alter ego femenino, ya que era incapaz de mantener una voz femenina en tono alto.
Por otro lado, George Raft, uno de los tipos duros de Hollywood, famoso por sus papeles de gánster, se pasó gran parte del rodaje enseñando a bailar el tango a Jack Lemmon y a Joe E. Brown, que interpretaba al hombre que se enamora del lado femenino de Lemmon.
La película cuenta con uno de los finales más célebres de la historia del cine, pero parece ser que la última frase era una frase de usar y tirar. que la metieron en el guión hasta que se les ocurriera algo mejor... algo que, por fortuna, no sucedió. Así que recomiendo a quien ya la haya visto que la vuelva a disfrutar y a quien no la haya visto, que haga el esfuerzo, que no se arrepentirá.

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