sábado, 3 de octubre de 2015

Bajando el telón con Abbey Road

Supongo que cualquier músico o artista en general querría que su último trabajo fuera perfecto, irse sin reproches y dejando un buen sabor de boca. Alguien dijo una vez que el mejor momento para irse es cuando aún te piden que te quedes. Y ese broche de oro, esa despedida sin pegas, la consiguieron, sin duda, los Beatles con su último álbum de estudio, "Abbey Road", que se convirtió en uno de sus 4 grandes junto con "Revolver", "Sgt Pepper's" y "The Beatles (White Album)".
Y aunque fue su último álbum de estudio, no fue el último en ser publicado. La leyenda de los Beatles se forjó en menos de una década, fue una carrera rápida y genial, pero que fue minando un poco las relaciones entre los miembros del grupo, hasta que decidieron poner un punto y final. Así que como despedida empezaron a grabar "Let it be", cayendo la mayor parte de su producción en Phil Spector, amigo de John Lennon. El resultado fue un poco decepcionante, así que los Beatles decidieron entrar de nuevo en el estudio para intentar hacer una despedida más digna y más acorde con la inmaculada trayectoria del grupo. Así fue como se gestó "Abbey Road", que fue publicado en 1969, aunque en 1970 finalmente se terminaría publicando "Let it be". Eso sí, en el año 2003, Paul McCartney consiguió un pequeño triunfo al poder publicar "Let it be naked", es decir, el álbum original, pero sin los arreglos de Phil Spector. Personalmente, yo aquí estoy con McCartney, la versión "desnuda" del disco me parece mucho más acertada, con los sonidos más puros y más limpios, al fin y al cabo desnudos, sin todo el barroquismo de Spector, que con los Beatles se equivocó, pero hizo grandes trabajos para otros artistas, como ABBA o como el propio Lennon en solitario.
"Abbey Road" se grabó en un clima de mucha tensión entre los cuatro músicos pero el resultado fue toda una genialidad. Contaron con la colaboración de Billy Preston y esta vez la mayor parte de la producción recayó sobre George Martin, persona que llevaba mucho tiempo al lado de los Beatles y que los conocía bien. Como elemento novedoso cabe destacar el medley, que dura 16 minutos y que está compuesto por pequeñas canciones encadenadas entre sí. Dentro de este medley se encontraba la canción "Her Majesty", pero finalmente su sonido no convenció y se decidió suprimirla, pero por error fue incluida en el álbum, 20 segundos después de la canción "The End", que es la que teóricamente cerraba el disco. Al no percatarse de este error, la canción nunca fue incluida en los créditos, así que puede considerarse una de las primeras pistas ocultas del mundo de la música.
Al final los Beatles consiguieron un disco de culto, tanto por su música como por su estética, ya que la portada ha dado mucho que hablar a lo largo de los años. Ha sido una de las más imitadas, tanto por grupos de música como por personajes de la talla de los Simpson, los Clicks o los Lego. En un principio el álbum se iba a llamar Everest e incluso se barajó la posibilidad de viajar al Himalaya para hacer una sesión de fotos que sirviera como portada del disco, pero supongo que la falta de ganas y la cercanía, hicieron que optasen por inmortalizarse en un paso de cebra en la calle dónde se encontraban los estudios de grabación y sin imaginarse la repercusión que tendría esa foto, en apariencia espontánea. Por ejemplo, al pobre propietario del Escarabajo que aparece a un lado de la calle le robaron en incontables ocasiones la placa de la matrícula, ya que estaba considerada casi como una reliquia. Finalmente terminó subastando el coche, que ahora se encuentra en un museo de Alemania. El paso de cebra en cuestión ha sido considerado monumento protegido por su importancia cultural e histórica. Y esta portada también alimentó un poco más la leyenda sobre la muerte de Paul, pero de eso hablaremos en otro momento, ahora a escuchar música....

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