martes, 1 de diciembre de 2015

La guerra animada I: Walt Disney

Durante la Segunda Guerra Mundial, el mundo del espectáculo también participó de una u otra manera. Nos son familiares las imágenes de estrellas de Hollywood yendo a arengar a las tropas, algunos incluso se alistaron y participaron activamente en la lucha. Pues los dibujos animados no se quedaron atrás y también quisieron contribuir.
Si ahora pensamos en Disney nos viene a la mente un mundo azucarado y algo empalagoso dónde, aunque algo empiece mal, siempre termina bien porque el mundo es de color de rosa. Pero la factoría Disney contribuyó con un buen número de cortos de corte propagandístico, en los que se fomentaba el odio a Alemania, se parodiaba a los nazis o se animaba a la compra de bonos de guerra.
La estrella de estos cortos fue, sin duda, el Pato Donald, quien protagonizó un buen número de ellos. El primero de ellos fue Donald gets drafted en 1942, en el que Donald es reclutado y se prepara para su nueva vida militar. Con un humor inteligente y satírico, el corto deja entrever un mensaje antibelicista, ridiculizando la vida y la propaganda militar.

Ese mismo año se pudo ver a Donald en Der Fuehrer's face, que consiguió el oscar al mejor corto de animación. Se muestra a Donlad viviendo en Naziland, viviendo una serie de episodios que le van generando cada vez más angustia, hasta que se da cuenta de que todo ha sido un sueño. Termina abrazándose a la estatua de la libertad y sintiéndose muy orgulloso de ser estadounidense.

The spirit of '43 muestra a Donald como el típico jornalero en una fabrica estadounidense, al que se le recuerda que debe abonar su cuota trimestral para mantener al ejercito estadounidense en guerra para defender la libertad. De esta manera, se le recuerda al norteamericano medio que no olvide sus obligaciones con la armada. Como curiosidad, en este corto es la primera vez que se ve la figura del Tío Gilito, aunque nunca se le llama por ese nombre y su imagen está por pulir.

Pero no sólo Donald protagonizó cortos de este tipo, también otros personajes como Los Tres Cerditos, en un corto dónde se ve al lobo feroz portando un brazalete con la esvástica y hablando como Hitler en sus discursos. 

Por último, en 1943, Disney hizo su corto más oscuro, llamado Education for death, protagonizado por Hans, un niño alemán criado en la doctrina nazi para convertirse en un cruel soldado. Muestra el control que tiene el Estado nazi sobre las personas desde el momento de su nacimiento. Finalmente Hans logra hacerse soldado porque ya está totalmente educado para matar.

Ataúdes de seguridad

Hoy en día los avances médicos permiten certificar la muerte de una persona casi con total seguridad, pero durante siglos, el ser enterrado vivo era uno de los grandes temores de la gente, ya que, por ejemplo, durante las grandes epidemias de cólera se enterró precipitadamente a muchas personas para evitar contagios. Así que, desde finales del siglo XVIII se empezaron a crear ataúdes de seguridad para alertar sobre los entierros prematuros.
Sólo en Estados Unidos, entre los años 1868 y 1925 hubo 22 solicitudes de patentes de dichos ataúdes, aunque nos tenemos que remontar hasta la última década del siglo XVIII para encontrar el primer invento de estas características. Fue creado por orden del duque Ferdinand de Brunswich y tenía un tubo que comunicaba con el exterior para que entrara el aire y una cerradura que se abría con una llave que portaba la persona enterrada, que a su vez tenía otra llave con la que abría la puerta de la tumba.
Pocos años más tarde, Timothy Clark Smith fue enterrado en un ataúd especial con un tubo de ventilación y una ventana que le permitía ver el exterior y asomarse en caso de despertar.
En 1822, Adolf Gutsmuth fue enterrado vivo varias veces para demostrar la eficacia de su invento. La novedad, esta vez, era que poseía un tubo de alimentación por el que se podían pasar alimentos desde el exterior y el propio Gutsmuth cenó alguna noche en su propio ataúd con los alimentos suministrados desde fuera. Parece ser que cenó sopa, salchichas y cerveza.
En 1897, el chambelán del zar Nicolás II, el conde Karnice-Karnicki, creó un sistema de rescate que se activaba al detectar movimiento dentro del ataúd, poniendo en funcionamiento una bandera, una lámpara y una campana. El problema es que este sistema se activaba con cualquier movimiento, incluso con los propios de la descomposición del cuerpo, por lo que creó varia falsas alarmas.
Ya en el siglo XX, Angelo Hays creó un ataúd en el que se podía estar sentado con una mesa con alimentos, un ventilador, una radio para pedir ayuda y un baño. Él mismo fue enterrado vivo y se salvó porque un agente de seguros pidió que exhumaran su cuerpo.
En los años 60, John Dackeney creó una bóveda que se abría cada noche durante dos semanas, y en 1995, Fabrizio Ceselli creó un ataúd con alarmas, teléfono y un estimulador cardíaco.
Retrato de Fray Luis de León
No está documentada ninguna salvación gracias a estos inventos, pero sí que es verdad que, a lo largo de la historia, a muchas personas les hubiera venido bien. Quizá el caso más célebre sea el de Fray Luis de León, aunque tampoco se sabe lo que hay de leyenda y lo que hay de verdad en este caso. Fray Luis murió en 1591 y se inició el proceso de beatificación pero, al exhumar el cadáver para comprobar su estado, se vio que la mortaja estaba totalmente desgarrada y parte del ataúd estaba arañado, es decir, en el momento de enterrarle no estaba muerto, sino que, probablemente, padecía catalepsia. Al ver el estado de los restos, la Iglesia echó para atrás la beatificación, argumentando que la paciencia es una condición esencial de la santidad. Aunque no todo el mundo le da crédito a esta versión y se defiende que Fray Luis no fue beatificado por sus enfrentamientos con la Iglesia.
En 1971, Mary Norah fue dada por muerta a los 17 años de edad a causa del cólera. Diez años más tarde se comprobó el estado del cuerpo, ya que se sospechaba que su médico hubiera podido falsear su muerte y se encontraron el ataúd abierto y medio cuerpo fuera. Parece ser que Mary consiguió abrir el ataúd, pero, al intentar salir, se dio un golpe en la cabeza que causó su verdadera muerte.
En 1896 se estaba celebrando el funeral de la Señora Blunden en Inglaterra y unos niños oyeron ruidos, por lo que dieron la voz de alarma. Al ir a comprobar el ataúd, lo encontraron abierto, aunque la Señora Blunden murió tras conseguir abrirlo, ya que, el agobio y la agonía de verse enterrada viva hicieron que se desgarrara toda la cara, perdiendo mucha sangre.
En 1901 se certificó la muerte de Madame Bobin, una mujer embarazada que tenía fiebre amarilla después de un viaje por África. Fue enterrada, pero una enfermera le dijo a la familia que su cuerpo estaba caliente y ciertos músculos se movían. La familia decidió exhumar el cadáver, encontrándose con que Madame Bobin había dado a luz dentro del féretro y que, tanto el niño como la madre, habían muerto asfixiados.
Estos son sólo algunos casos de muchos, afortunadamente en estos días no se dan casos así, pero, para el que tenga claustrofobia, sabe que existen otras opciones por si acaso :P.

¡Celos!

Se entiende por celos a esa respuesta emocional que nace cuando sentimos una amenaza hacia algo o alguien que vemos como nuestro, y puede darse en ámbitos diferentes, como el terreno amoroso o el laboral. Pero lo que para unos no pasa de ser un simple sentimiento de desconfianza o envidia, a otros les hace perder la cabeza, como en los casos de los deportistas O.J. Simpson u Oscar Pistorius, en los que ambos llegaron al asesinato.
Con los celos y con la envidia siempre se ha relacionado el color verde; quién no ha escuchado alguna vez la expresión estoy verde de envidia. Fueron los griegos los que hicieron esta relación cromática, ya que tenían la convicción de que, al sentir celos, se segregaba mucha bilis, haciendo que apareciera un color verdoso en la piel. Pero, en nuestra cultura, realmente quién popularizó más dicha relación fue Shakespeare en su obra Otelo, en la que se refiere a los celos como el monstruo de ojos verdes.
Y es que Otelo es, sin duda, el celoso por antonomasia. En la obra, en realidad se ven diferentes tipos de celos. Todo lo desencadena Yago, que siente unos tremendos celos profesionales, ya que Otelo no le nombra teniente. Como venganza, Yago provoca los celos amorosos de Otelo, haciéndole creer que Desdémona le es infiel. En el caso de Otelo, los celos se convierten en algo enfermizo y en una obsesión, pudiendo incluso a afirmar que se llega al maltrato; por eso de las personas que tienen unos celos desmesurados se dice que padecen el Síndrome de Otelo.
Otro ejemplo literario de celos llevados al extremo nos lo ofrece Tolstoi en su obra La sonata Kreutzer. Este libro nos cuenta la historia de un hombre muy promiscuo que cambia su vida de manera radical al casarse, dejando de ir a cualquier tipo de reunión social e impidiendo a su mujer que se relacione con otros hombres, para evitar que le sea infiel. Con el único hombre que se relaciona es con su profesor de música, un hombre de poco atractivo, pero Pozdnyshev, su marido, se convence de que a ella le excita sexualmente el primer movimiento de la sonata Kreutzer de Beethoven, pieza que le solía tocar su profesor al violín. Un día Pozdnyshev llega a su casa y los sorprende juntos, así que mata a su mujer, pero el profesor de música se escapa y no fue tras él porque "(...) estaba en calcetines. No podía correr tras él en esas circunstancias; mi intención era parecer furioso, no ridículo".
William Randolph Hearts, Marion Davies y Charles Chaplin
Pero también hay casos de celos extremos fuera del mundo de la ficción, desgraciadamente los escuchamos casi a diario. Un caso célebre lo protagonizó William Randolph Hearst, magnate de la prensa estadounidense durante la primera mitad del siglo XX y en el que se basó Orson Welles para crear a su Ciudadano Kane. Randolph Hearst tenía una relación con la mediocre actriz Marion Davies que, gracias a las grandes influencias de Hearst, consiguió hacerse un nombre en el Hollywood de los años 20. Parece ser que Davies mantenía una relación secreta con Charles Chaplin, lo que llegó a los oídos de Hearst. Así que el magnate organizó un crucero de varios días con su yate Oneida el 15 de noviembre de 1924, para celebrar el 42 cumpleaños de Thomas Harper Ince, productor, director, guionista y actor de cine; al que también invitó a Chaplin para perpetrar su venganza. Lo que pasa es que no todo salió como Hearst deseaba, ya que en la madrugada del 18 al 19 de noviembre salió a la cubierta con su revolver para disparar a Chaplin y acabar con él, pero se confundió y con quién acabó realmente fue con el homenajeado. Gracias al dinero de Hearst y a sus influencias políticas y mediáticas, el asunto fue silenciado y en el certificado de defunción de Ince se puso que murió de un ataque al corazón, mientras que su cuerpo fue cremado rápidamente. En el año 2001, Peter Bogdanovich hizo una película llamada El maullido del gato, en la que se relata la muerte de Ince.
Thomas Harper Ince
Hay quién dice que sin celos no hay amor, pero ya lo dijo Moliere: "El celoso ama más, pero el que no lo es, ama mejor".

Vedran Smailovic: El chelista de Sarajevo

A veces, cuando nos encontramos en el escenario más cruel, aparecen personas que, con sus gestos, defienden la dignidad humana, la civilización y la paz. Este podría ser el caso de Vedran Smailovic, músico bosnioherzegovino, al que le tocó vivir el asedio de Sarajevo entre los años 1992 y 1993.
Vedran Smailovic nació el 11 de noviembre de 1956, así que tenía 35 años cuando empezaron los ataques sobre Sarajevo. Actuó en la Ópera de Sarajevo, en las Orquestas Filarmónica y Sinfónica de la misma ciudad, y en el Teatro Nacional.
El 27 de mayo de 1992, muy cerca de su casa, una serie de personas guardaban cola para conseguir algo de pan en una de las pocas panaderías que aún tenía harina de todo Sarajevo. A las cuatro de la tarde, el disparo de un mortero cae en la panadería, matando así a 22 personas.
Al día siguiente, Smailovic se pone su traje de gala, coge su violonchelo y se dirige al punto exacto de la masacre, ignorando las bombas o los ataques de los francotiradores. Se sienta entre los escombros y a las cuatro de la tarde empieza a tocar el Adagio de Albioni. Repetirá la operación, siempre en el mismo sitio y siempre a la misma hora, siempre tocando el Adagio de Albioni durante 22 días, en homenaje a cada una de las 22 personas fallecidas.
Finalmente, Smailovic pudo salir de Sarajevo en 1993, estableciéndose con el tiempo en Irlanda del Norte. Pero su gesto no cayó en el olvido. El compositor David Wilde se enteró de esta conmovedora historia y compuso una obra para chelo llamada El chelista de Sarajevo, que fue interpretada por el famoso violonchelista Yo-Yo Ma en el Festival Internacional de Chelo de Manchester en 1994.El público quedó impactado y emocionado cuando Ma interpretó esta pieza y al finalizar, invitó a alguien del público a subir al escenario: no era otro que el propio Vedran Smailovic.
También la historia de Smailovic inspiró una canción de Trans-Siberian Orchestra, llamada Christmas Eve/Sarajevo 12/24. En 2008, Steven Galloway publicó una novela, que tenía como fondo la historia de Smailovic, llamada, evidentemente, El violonchelista de Sarajevo.
Por último, muchas gracias a Gonzalo, mi asesor musical, que me habló de Smailovic y su historia. Te debo un vino :P

Himmler y Montserrat: buscando el Santo Grial.

Cuando vemos a Indiana Jones luchando con los nazis porque van en busca de las mismas reliquias, sabemos que es ficción, pero tampoco es algo tan alejado de la realidad, ya que hubo una persona dentro de la jerarquía nazi, sobradamente interesada por el ocultismo y las reliquias bíblicas. No es otro que Heinrich Himmler, comandante en jefe de las SS y responsable de la ejecución de millones de personas en las décadas de los 30 y los 40.
Dentro de las SS integró una sección antropológica y arqueológica llamada Ahnenerbe, secta paracientífica que se encargó de recorrer el mundo buscando el origen del pueblo ario, las pruebas de su superioridad racial y objetos de poder que le permitieran dominar el planeta. La Ahnenerbe estaba liderada por Himmler y dirigida por Wolfram von Sievers, y tenía en el castillo de Wewelsburg (Westfalia) su cuartel general, dónde eran almacenadas las reliquias religiosas recogidas por el mundo.
Himmler tenía una teoría sobre el origen de arios y judíos. Para él, los judíos descendían de Esaú y los arios de su hermano gemelo Jacob, por lo que Jesucristo era ario y las reliquias que tuvieran que ver con su figura cobraron una gran importancia para él, especialmente el Santo Grial, es decir, la copa que usó Jesús durante la última cena.
Por otro lado, años antes, Richard Wagner, el compositor más aclamado por el régimen nazi, adaptó una obra medieval en forma de ópera a la que bautizó como "Parsifal". En ella, se afirmaba que la sagrada copa se encontraba Montsalvat, lo que empezó a alimentar las especulaciones y la imaginación de muchas personas. Por ejemplo, Otto Rahn, pseudocientífico esotérico alemán, identificó Montsalvat con Montsegur (Francia), yendo allí a buscar el cáliz y fracasando en el intento.
Ante el fracaso de Rahn, Himmler asoció Montsalvat con Montserrat, así que, el 23 de octubre de 1940, mientras Hitler se reunía con Franco en Hendaya, Himmler aprovechó para visitar el templo. Ninguno de los superiores de Montserrat quiso recibir a Himmler, así que se le encargó esa tarea a un joven sacerdote llamado Andreu Ripol, que además era el único que dominaba la lengua germana. Este recibimiento ya le pareció una afrenta a Himmler, pero se tuvo que llevar más decepciones en su visita a Montserrat, ya que no se le permitió visitar los pasadizos subterráneos de la montaña, como tampoco se le permitió ver los documentos del monasterio para evidenciar así la existencia del Grial en Montserrat. Así que el alemán se fue de vacío, lo que le causó gran decepción, ya que Himmler estaba obsesionado con el Santo Grial, por considerarlo un talismán que le iba a hacer ganar la guerra y que le iba a dar poderes sobrenaturales.
Pero esta no fue la única empresa de Ahnenerbe en España, ya que fueron hasta Toledo buscando el Arca de la Alianza, es decir, el arca dónde se guardaron las tablas de la ley que contenían los 10 mandamientos que Dios dictó a Moisés. Para ello, las SS buscó la colaboración de un cabalista judío, ya que consideraban que necesitaban a alguien capaz de comprender lo divino en los números y en las letras. A dicho cabalista lo encontraron en el campo de exterminio de Auschwitz y como, evidentemente, no quería volver al campo se calló un pequeño detalle: tras la muerte de Jesús en la cruz, el pacto entre Dios e Israel se rompió, por lo que el Arca de la Alianza carecía de todo valor.
El cabalista dirigió a la Ahnenerbe hasta la comunidad judía de Toledo, dónde encontraron alguna pista que los llevó hasta el Museo Arqueológico de Madrid, esperando encontrar el Arca entre una colección de objetos egipcios, supuestamento almacenados por una logia masónica.
Si tenemos que creer en las tradiciones, afortunadamente Himmler y la Ahnenerbe no encontraron las codiciadas reliquias, porque no sabemos lo que podrían haber llegado a hacer si hubieran ganado la guerra y tuvieran poderes sobrenaturales.

Las mujeres del Tercer Reich

No es discutible que el Nazismo perpetró auténticas atrocidades, pero quizá se habla poco de la responsabilidad de las mujeres en éstas. Para el Partido Nazi, el principal papel de la mujer era quedarse en casa para procrear y perpetuar la raza aria. Pero hubo una serie de mujeres, cerca de 3.700, que trabajaron e, incluso algunas de ellas, prácticamente dirigieron campos de concentración.
Desde finales de la década de los 30 ya empiezan a aparecer las primeras guardianas en campos de concentración y cárceles alemanas, pero es a partir de 1942 cuando se inicia un reclutamiento masivo de mujeres, debido a la escasez de varones. Las mujeres reclutadas suelen ser de clase media-baja, con altos niveles de analfabetismo y vidas bastante mediocres, por lo que, el unirse a las SS, lo veían como la oportunidad de sus vidas. Este reclutamiento se hizo, sobre todo, a través de anuncios en periódicos germanos que buscaban mujeres que quisieran demostrar su amor al Reich. Estas mujeres fueron entrenadas en Lichtenburg y en Ravensbrück (Alemania), recibiendo el mismo entrenamiento que los hombres, impartido por guardianas veteranas; aunque al aproximarse el final de la guerra también se reclutaron mujeres sin experiencia ni entrenamiento.
En los campos eran frecuentes las relaciones íntimas entre las guardianas y los miembros masculinos de las SS; pero sobre todo, eran muy frecuentes los casos de corrupción. Quizá el más célebre sea el caso de Ilse Koch y su marido Karl Koch, quienes malversaron millones de Reinchmarks del campo de Buchenwald. Karl Koch fue juzgado y ejecutado por los nazis, mientras que Ilse fue absuelta.
También se dieron algunos casos de empatía entre las guardianas, como el caso de Klara Kunig, guardiana de Ravensbrück, de la que prescindieron porque era demasiado amable y educada con los presos.
Después de la guerra, entre 500 y 1.000 mujeres fueron detenidas, aunque muy pocas fueron juzgadas por sus crímenes. Quizá las guardianas más tristemente célebres sean: Maria Mandel, Irma Grese, Juana Bormann y Hertha Bothe.
A Maria Mandel se la conocía como "la bestia de Auschwitz" y fue la responsable de la muerte de 500.000 mujeres civiles. En 1938 empezó trabajando como guarda de la prisión de Lichtenburg (Sajonia) y en 1939 fue enviada a Ravensbrück, dónde sorprendió a sus superiores. En octubre 1942 fue trasladada a Auschwitz, dónde fue ascendida a jefe de campo. Mandel tenía la costumbre de ponerse en el portón de Birkenau (uno de los anexos de Auschwitz) para ver pasar a los presos y, si alguno se atrevía a mirarla, desaparecía y no se volvía a saber nada de él. Entre sus funciones, estaba encargada de seleccionar a las personas que acabarían en la cámara de gas y también escogía a los niños que iban a ser ejecutados. En 1944 la trasladan a Dachau y, al finalizar la guerra, huyó por las montañas de Baviera, pero fue capturada el 10 de agosto de 1945 en Austria. En 1947 es juzgada por crímenes contra la humanidad en Cracovia y ahorcada el 24 de enero de 1948, con 36 años.
A Irma Grese se la conoció como "la bestia bella", "la cancerbera", "el ángel de la muerte" o "la perra de Belsen". Dejó la escuela muy pronto y se unió a La Liga de la Juventud Femenina Alemana, algo que su padre rechazaba y terminó echándola de casa. POr contra, ella denunció a su padre y consiguió que lo encarcelaran. En 1942 se presentó como voluntaria para un entrenamiento en el campo de Ravensbrück y en 1943 fue trasladada a Auschwitz, dónde fue ascendida a supervisora debido a su fanatismo y a sus sadismo. Grese dejaba que los perros del campo se lanzaran sobre los presos para devorarlos, cometió abusos sexuales, fustigó con látigos trenzados los pechos de las presas más atractivas y arrancó los ojos a una niña por estar hablando a través de una de las vallas del campo. Fue detenida el 15 de abril de 1945 y juzgada en el juicio de Bergen-Belsen. Murió en la horca el 13 de diciembre de 1945 a la edad de 22 años.
Juana Bormann tenía el apelativo de "la mujer de los perros", ya que soltaba a su pastor alemán a los presos. Se unió a las SS en 1938 por motivos económicos y trabajó en Ravensbrück, Auschwitz, Hindenburg y Bergen-Belsen. El 15 de abril de 1945 fue detenida y juzgada en el juicio de Bergen-Belsen. Murió en la horca a los 52 años, ejecutada junto a Irma Grese.
Hertha Bothe o "la sádica de Stutthof" se unió en 1939 a La Liga de la Juventud Femenina Alemana y en 1942 fue reclutada como guardia y entrenada en Ravensbrück. Trabajó en los campos de Stutthof y de Bromberg-Ost. El 21 de enero de 1945 fue la encargada de una de las marchas de la muerte, desde Polonia central hasta Bergen-Belsen. Fue detenida el 15 de abril de 1945 y forzada a enterrar los cadáveres judíos en fosas comunes. En el juicio de Bergen-Belsen es descrita como una capataz extremadamente cruel y fue condenada a 10 años de prisión, aunque fue liberada en diciembre de 1951, por un indulto del gobierno británico. Bothe aún sigue con vida y en 2008 concedió una entrevista en la que dijo: Qué quiere decir, ¿que cometí un error?no... no estoy segura de lo que debería responder, ¿cometí un error? no. El error fue el campo de concentración, pero yo tenía que hacerlo, de otra forma yo habría sido puesta ahí. Ese sí fue mi error.

Los trasatlánticos de la White Star: El Olympic, el Titanic y el Britannic.

Todo el mundo conoce la historia del Titanic dada la magnitud de la tragedia que protagonizó, pero hubo dos barcos iguales a él, cada uno con una historia particular.
En la primera década de siglo XX hubo una gran oleada de personas que emigraron de Europa hacia el nuevo mundo con la esperanza de prosperar y encontrar una vida mejor. Estos viajes se hacían en barco, así que las grandes empresas navales tuvieron que crear una serie de embarcaciones que dieran cabida a todas estas personas, pero, teniendo en cuenta que no iba a ser ésta una situación eterna, puesto que estas personas emigraban para no volver y era un viaje que se hacía una vez en la vida; estos barcos empezaron a combinar esos grandes espacios que necesitaban los emigrantes con espacios lujosos que pudieran atraer a personas acaudaladas que viajasen por placer o por negocios.
Las dos grandes empresas británicas dedicadas al negocio naviero eran Cunard y White Star. Cunard tomó la delantera con un barco llamado Lusitania, que fue el trasatlántico más rápido del momento, tanto que se le conocía como la liebre de los mares. La White Star viendo que no podía competir en rapidez con el Lusitania decide crear un nuevo concepto de barco, en el que prime el lujo y la comodidad en vez de la rapidez. Deciden crear tres grandes trasatlánticos que iba a ser bautizados con los nombres de: Olympic, Titanic y Gigantic. Los nombres, que transmiten tanta superioridad, estaban basados en la mitología griega y hacían alusión a los dioses olímpicos, a los titanes y a los gigantes.
El Olympic y el Titanic se construyen en unos astilleros de Belfast, lo que fue un gran logro, ya que era la primera vez que se construían a la vez dos naves de esta envergadura. El 20 de octubre de 1910 se hace el viaje inaugural del Olympic, convirtiéndose en el barco más grande del mundo e inaugurando la era de los supertrasatlánticos, ya que en su interior albergaba gimnasios, baños turcos o cafés parisinos. Al finalizar su primer viaje, los medios de comunicación hablaron de un rotundo éxito de la travesía, destacando sus medidas de seguridad y asegurando que este tipo de barcos eran prácticamente insumergibles... afirmación que más tarde le pesaría a la White Star. El 20 de septiembre de 1911, el Olympic tiene un incidente con el Hawke, un buque de guerra que colisiona con la popa del trasatlántico, destrozando varios de sus camarotes, aunque sin causar daños humanos, ya que todos los pasajeros se encontraban en ese momento en el restaurante. De este incidente se culpó al Olympic, al que se le acusó de ir demasiado rápido, y quedó inutilizable, aunque sí pudo regresar a Belfast para que lo repararan, tardando seis meses en volver a estar operativo.
El siguiente gran trasatlántico que emprendería su marcha fue el Titanic, el más célebre hoy en día, pero el menos famoso en esa época, ya que le faltó la publicidad que le dieron al Olympic Digamos que fue considerado como el "segundón", aunque su botadura atrajo todas las miradas. El Olympic y el Titanic eran prácticamente idénticos y muchos de los viajeros que habían viajado en el Olympic volvieron a viajar en el Titanic, pero con la condición de ser atendidos por la misma tripulación, así que la mayoría de los trabajadores repitieron.
El viaje inaugural del Titanic se produce el 11 de abril de 1912, pero lo cierto es que el barco estuvo a punto de no salir del puerto, lo que hubiera cambiado el destino de muchas personas. El Titanic no lograba salir de un muelle atestado por otros trasatlánticos, empezó a avanzar demasiado rápido y casi colisiona con otro barco llamado Nueva York, lo que casi provoca que no iniciase su viaje inaugural. Al final emprendió el viaje y en la madrugada del 14 al 15 de abril chocó con un iceberg, provocando la muerte de 1.514 personas. Este horrible accidente provocó el estupor en la industria naval y el Olympic fue retirado del servicio para mejorar sus medidas de seguridad.
Los restos del Britannic
Pero había un tercer barco que aún no había sido estrenado, el que llevaba por nombre Gigantic, al que se le decidió cambiar el nombre tras el accidente del Titanic y se quedó con el nombre de Britannic; ya que consideraban el primer nombre inapropiado, como una manera de tentar al destino. En 1915 se iba a celebrar su viaje inaugural, pero se canceló, ya que, a causa de la Gran Guerra, la marina inglesa requisó todos los trasatlánticos, siendo el Britannic convertido en un barco hospital que faenó en la zona de los Dardanelos. Empezaron a correr rumores sobre que el Britannic no respetaba la convención de Ginebra, ya que, además de a sus funciones como hospital, también se dedicaba al traslado de tropas y de armamento; por lo que su presencia en la zona empezó a causar muchos recelos. El 21 de noviembre de 1916, el Britannic explota en el Canal de Krea. Enseguida se echaron al agua los botes salvavidas, pero con la mala suerte de que éstos fueron succionados y destrozados por las hélices del propio barco, provocando la muerte de 30 personas. El barco se hundió en 55 minutos, tres veces más rápido que el Titanic y nunca se aclaró del todo el motivo de la explosión: hay quien piensa que fue torpedeado pro un submarino alemán, debido a los rumores sobre el incumplimiento del barco de la Convención de Ginebra; y hay quien piensa que lo más probable fue que explotara una mina a su paso.
El Olympic también fue requisado por la marina inglesa y, en mayo de 1918 se encontró con un submarino alemán al que invistió y hundió, convirtiéndose en el único trasatlántico capaz de acabar con un submarino de guerra. Al finalizar la guerra, el Olympic volvió a sus rutas comerciales habituales durante 15 años más, hasta que en 1934 se le retiró de la circulación, siendo vendido como chatarra en 1935.
60 años después de su tragedia, el biólogo marino Jaques Cousteau quiso encontrar los restos del Britannic, y lo hizo en diciembre de 1975. Los restos se encontraban a 130 metros de profundidad, por lo que no pudo explorarlo convenientemente. En 1995, Robert Ballard volvió a explorar los restos del barco y descubrió que se había hundido tan rápidamente, porque varios ojos de buey estaban abiertos. No encontró el ancla dónde se debería encontrar la supuesta mina que acabó con el Britannic, pero tampoco tenía pruebas de que hubiese sido torpedeado por los alemanes.
Violet Jessop
Como curiosidad, una mujer llamada Violet Jessop trabajó en la tripulación del Olympic y del Titanic, siendo una de las 700 supervivientes de éste último; y también trabajó como enfermera en el Britannic, sobreviviendo también a esta tragedia y a pesar de su fobia al agua.

Músicos que vendieron su alma al diablo: Robert Johnson

Para los aficionados del blues, Robert Johnson es, si no el mejor intérprete de la historia, al menos una rara avis dentro este género musical como guitarrista y como letrista. También es considerado como el abuelo del Rock 'N Roll, a pesar del corto legado que dejó.
Robert Johnson nació el 8 de mayo de 1911 en Greenword (Missisipi), al sur de los Estados Unidos. Su madre era Julie Ann Majors, hija de esclavos, que tuvo una relación esporádica con un jornalero llamado Noah Johnson, fruto de la cual nació Robert. Julie estaba casada con Charles Spencer y Robert creció pensando que él era su padre biológico, hasta que años después se entera de la verdadera identidad de su progenitor y se cambia el apellido, ya que hasta entonces había sido Robert Spencer.
Desde muy pequeño se empezó a interesar por la música, tocando primero el arpa y después la armónica. Después aprendió a tocar la guitarra, pero no destacó, ya que no era un gran virtuoso. En 1929 se casó con Virginia Travis, quien moriría en 1930 durante el parto del que iba a ser el primer hijo del matrimonio, pero que tuvo un fatal desenlace, ya que no sobrevivieron ni la madre ni el niño. Poco después se casó con Esther Lockwood, una viuda adinerada, madre de Robert Lockwood jr, quien con el tiempo también se convertiría en un destacado intérprete de blues.
Tras su matrimonio, Robert empieza a tocar la guitarra con gran destreza, ganándose la admiración de las grandes figuras de la época. Empezaron a surgir los rumores, ya que había personas que pensaban que Robert Johnson había hecho un pacto con el diablo para conseguir tocar el blues mejor que nadie, porque un cambio tan radical en su manera de tocar era inexplicable. Se dice que Johnson vendió su alma en el cruce de la autopista 61 con la 49 en Clarksdale (Missisipi). Esperó en ese cruce hasta la medianoche con su guitarra en la mano, se la entregó al diablo y, cuando éste se la devolvió, Johnson sólo tenía que deslizar su mano por el mástil de su guitarra para interpretar el mejor blues de la historia.
Además de un gran guitarrista, está considerado uno de los grandes poetas estadounidenses, mezclando en sus letras motivos sexuales, festivos, pero, sobre todo, motivos religiosos y referencias a miedos irracionales, que podrían referirse a ese supuesto pacto con Satán. Consiguió crear un universo propio de expresión y creatividad que, mezclado con una gran libertad interpretativa, hicieron de él un músico muy diferente dentro del mundo del blues.
Su leyenda empezó a crecer y la gente acudía en masa a verle tocar por todos los rincones del sur del país. Sorprendía al público con su música, hacía sonar su guitarra como si fuesen dos y su voz podía adoptar múltiples formas. Por otro lado, nunca se establecía en ningún sitio, estaba siempre como huyendo, lo que hizo acrecentar su leyenda; aunque, en realidad, a Johnson no le solía perseguir el diablo, sino maridos celosos de mujeres seducidas por el músico.
En 1936 le escuchó un promotor musical y le propuso hacer grabaciones de sus canciones. En total grabó 29 temas entre 1936 y 1937, usando su maltrecha Gibson y colocándose de cara a la pared. Esta peculiar manera de tocar para algunos fue signo de que su pacto con el diablo era verdadero y lo que pretendía Johnson es que nadie le viera sus ojos de poseído al tocar.
Johnson murió el 16 de agosto de 1938, inaugurando el club de los 27. Sobre su muerte hay varias versiones, hay quién dice que murió de sífilis, hay quién dice que de neumonía, pero la leyenda más extendida es la que dice que murió envenenado por uno de eso maridos celosos. Parece ser que el 13 de agosto, Johnson tenía que tocar en un local llamado Three Forks y tuvo la feliz idea de seducir a la mujer del dueño. Cuando éste se enteró, le ofreció a Johnson una botella de whisky abierta, que previamente había sido envenenada y éste la aceptó gustoso, desoyendo el consejo de un amigo suyo que le dijo que nunca bebiera de una botella abierta. En mitad del concierto, Johnson dejó de cantar y salió a la calle, pasándose los tres siguientes días delirando, hasta que finalmente murió.
Con leyenda o sin ella, con pacto o sin él, lo cierto es que Robert Johnson ha sido uno de los músicos más influyentes del siglo XX, ya que muchos artistas posteriores le han tomado como referencia como, por ejemplo: Bob Dylan, Jimi Hendrix, Led Zeppelin, The Rolling Stones, Queen o The White Stripes. Eric Clapton sacó un disco tributo a Robert Johnson hace relativamente poco y dijo de él: Es el más importante músico de blues que haya vivido.

La vida de Brian

Ya que estamos en plena Semana Santa, mi recomendación cinematográfica será "La vida de Brian", la biografía de un hombre de madre judía y de padre romano, el cual nació, fruto de una violación (al menos al principio :P), el mismo día que Jesucristo, también en Belén. Llevará una vida paralela al del propio Jesús, muriendo, incluso, el mismo día y de la misma manera, pero mucho más acompañado. Se trata de una película cómica, pero no exenta de crítica: quien la haya visto podrá recordar, por ejemplo, la escena de los seguidores de la calabaza y los seguidores de la sandalia.
La película fue llevada a cabo por los Monty Python, un grupo cómico inglés formado por: Terry Jones, Terry Gilliam, Eric Idle, John Cleese, Michael Palin y, el ya fallecido, Graham Chapman. La idea surgió tras el estreno de su segundo largometraje, "Los Caballeros de la Mesa Cuadrada" en 1975, cuando un periodista le preguntó a Eric Idle cuál iba a ser su próximo proyecto y él contestó, medio en broma: "Jesucristo: Sed de gloria". Pero lo que empezó siendo una broma se fue transformando poco a poco en realidad, aunque, la primera idea fue que Brian fuese el decimotercer discípulo de Cristo y que se encontrara en situaciones tales como que no podía asistir a la última cena porque su mujer no le dejaba. También se pensó en dar más protagonismo al personaje de Jesús, pero los Monty Python llegaron a la conclusión de que, en realidad, el personaje daba poco juego cómico y que ciertas escenas podían ofender. Finalmente, el proyecto se centró solamente en Brian, al cual quería interpretar John Cleese, pero se decidió que finalmente lo hiciera Graham Chapman, ya que el papel se amoldaba más a él.
Cuando ya se estaban buscando las localizaciones en Túnez, EMI, que iba a producir el film, se echó finalmente para atrás, ya que consideraba el guión demasiado irreverente, calificándolo de obsceno y sacrílego. Eric Idle recurrió entonces a un gran amigo suyo, el ex beatle George Harrison, que se hipotecó para producir la película. El propio Harrison hace un cameo de unos segundos, interpretando al señor Papadopoulos cuando el gentío persigue a Brian pensando que es el Mesías. Además de rodarse en Túnez, también se aprovecharon los decorados de la película "Jesús de Nazaret" de Franco Zefirelli.
La película iba a durar 120 minutos y finalmente se quedó en 94, ya que se eliminaron algunas escenas polémicas, como la de los pastores zoofílicos que hablan de su amor por las ovejas (tema que ya se vio en el film de Woody Allen "Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo y nunca se atrevió a preguntar", en 1972), o la del comando suicida de judíos nazis.
Finalmente, la película se estrenó en el año 1979 causando una gran polémica. En el Reino Unido se dejó que los propios ayuntamientos decidieran si la estrenaban o no, así que no se estrenó en todo el país; pero sí hizo una gran taquilla, ya que, a pesar de no estrenarse en todo el territorio nacional, fue la cuarta película más taquillera del año. En Irlanda y Noruega directamente se prohibió, algo que también sirvió de ardid publicitario, ya que en Suecia se anunció el film de esta manera: "Esta película es tan divertida que la han prohibido en Noruega". Finalmente, en Estados Unidos, hubo manifestaciones en contra de la película y se la calificó como no apta para menores de 17 años. Pero también allí hizo una gran taquilla, ya que fue la película británica que más recaudó ese año.
Como siempre, a quién no la haya visto, le animo a verla y para los que ya la conocemos, siempre es buen momento para repetir. Y recordad: siempre hay que mirar el lado brillante de la vida.

La guerra más corta de la historia

Ya que parece una utopía imaginarse un mundo sin guerras, porque desde que existe eso que llamamos, curiosamente, "civilización", siempre han existido; al menos sería deseable que todas las guerras se parecieran a la protagonizada por Zanzíbar y el Reino Unido en 1896, la cual se estima que duró unos cuarenta minutos, aproximadamente.
Zanzíbar es una isla situada en el océano Índico, que actualmente pertenece a Tanzania. Desde 1499 fue territorio portugués, hasta que los lusos fueron expulsados en 1698, pasando la isla a manos de los sultanes de Omán. En 1858, el sultán Majid bin Said, declara la independencia de Omán, que es reconocida por los británicos en 1886.
El siglo XIX es un momento en el que, las principales potencias europeas querían tener colonias en África, y el Imperio Alemán tenía muchos intereses en el este del continente. El sultán Khalifah ibn Said reconoció a los alemanes el derecho sobre las tierras de Tanganica y a los británicos les reconoció el derecho sobre Kenia; lo que provocó un gran descontento en las clases árabes dominantes de la zona por temas comerciales, lo que causó gran inestabilidad, ya que Kalifah concedió grandes derechos comerciales a la Compañía Británica de África Oriental, que realizó un bloqueo naval, con ayuda de Alemania, para impedir el comercio interior de esclavos.
En 1890 sube al poder Alí ibn Said, el cual prohibió el comercio de esclavos y declaró a Zanzíbar protectorado británico. Nombró a un primer ministro británico para que liderara su gobierno y se le garantizó al Reino Unido el derecho de veto sobre el futuro nombramiento de sultanes. Ese mismo año también se firma el Tratado de Heligoland-Zanzíbar entre el Reino Unido y Alemania, por el cual los alemanes ceden a lso británicos los derechos sobre Zanzíbar.
En 1893 sube al poder Hamad ibn Thuwaini, sultán incómodo para los británicos, ya que está en desacuerdo con la creciente influencia del Reino Unido sobre Zanzíbar. Thuwaini falleció el 25 de agosto de 1896 de manera repentina, aunque se sospecha que lo mató su sobrino Khalid ibn Barghash, el cual se mudó al palacio de la capital sin autorización británica, lo que violaba el tratado firmado por Alí ibn Said. Lo que pretendía Khalid era gobernar Zanzíbar y acabar con el protectorado británico.
Los británicos pidieron a Khalid que abandonase el palacio, ya que ellos preferían como sultán a Hamed bin Muhammed, pero Khalid desoyó los deseos del Reino Unido y rodeó el palacio con sus tropas, autoproclamándose sultán, lo que es considerado como un acto de rebeldía por los británicos, que no reconocerán al sultán.
El 26 de agosto, el ejército británico en Zanzíbar recibe el permiso de Londres para atacar, aunque intentan de nuevo negociar con el nuevo sultán sin éxito. Así que el 27 de agosto, a las nueve de la mañana se inicia un bombardeo por parte de los británicos y una pequeña batalla naval entre el único barco zanzibarí y cinco barcos británicos. A las diez menos veinte de la mañana terminó la lucha, cuando lograron incendiar el palacio del sultán y destruir su bandera.
Como balance, 500 zanzibaríes murieron o resultaron heridos, mientras que no hubo ninguna baja entre los británicos, solamente un herido que terminaría recuperándose. Khalid logró escapar y se refugió en el consulado alemán, dónde encontró protección, ya que los alemanes se negaron a extraditarle a los británicos, debido a su condición de preso político. Aunque sí llegó un día en el que los británicos lograron capturarle, pero tuvieron que esperar hasta el año 1916, en plena Gran Guerra.
Zanzíbar por su parte siguió siendo protectorado británico hasta el año 1963, año en el que vivió unos meses de independencia, hasta que finalmente pasaron a ser territorio tanzano.

Músicos que vendieron su alma al Diablo: Paganini


Niccolò Paganini fue un violinista, guitarrista y compositor italiano, que destacó por un virtuosismo nunca visto antes y, por ello, considerado como uno de los mejores violinistas de la historia.
Nació el 27 de octubre de 1782 en Génova y a los cinco años ya aprendió a tocar la mandolina con su padre, a los siete tocaba el violín y a los nueve realizó su primera aparición pública. Hizo una gira por varias ciudades de Lombardía con tan sólo trece años y a los dieciséis ya era un músico reconocido, pero no digirió bien el éxito y empezó a tener problemas con el alcohol. De esta espiral decadente le rescató una dama, de la que no se sabe su nombre, y le llevó a su villa, dónde aprendió a tocar la guitarra y el piano.
Entre 1805 y 1813 fue el director musical en la corte de Maria Anna Elisa Baciocchi, hermana de Napoleón y, al dejar su cargo, empezó a hacer giras por Italia y por otras ciudades europeas, entrando en contacto con otros respetables compositores de la época,a los que dejó asombrados con su manera de interpretar.
Por ejemplo, Paganini interpretaba obras de gran dificultad usando una única cuerda de su violín, para continuar tocando a dos o tres voces y así aparentar que sonaban dos o tres violines a la vez. Al ser su técnica tan asombrosa, empezaron a circular rumores sobre un posible pacto entre el violinista y el diablo. Había gente, incluso, que afirmaba haberlo visto invocando a Satanás, como un testigo anónimo que escribió: "Le dijo que su alma era suya a cambio de tocar como un ángel. Se encendió una luz que me cegó, Paganini se puso de pie y siguió su camino".
En 1805 Maria Anna Elisa Baciocchi se acercó a Paganini para felicitarle por un concierto que había dado en palacio y se produjo este diálogo entre los dos:
- "¡Admirable! No puedo explicarme cómo obtiene esos sonidos y esas melodías extraordinarias, pero lo que ha hecho es maravilloso. ¿Sabe, Paganini, que me han hablado muy mal de usted? Sí... me han dicho cosas espantosas: engendrado por brujería, brujo usted mismo, parece que tiene un pacto con el diablo y que ese pacto es lo que le da tan gran asombroso dominio sobre la gente".
- "Es mucho decir, Alteza".
También se produjo un diálogo sobre este tema entre Paganini y el retratista Pasini, al preguntarle éste por su maravillosa técnica:
- "Es muy claro. El violín es el único instrumento que puede variar al infinito la altura de los sonidos, igual que la voz humana; y, junto con el órgano, es el que posee la propiedad de prolongarlo indefinidamente. Yo trato de unir ambas cualidades, dando al instrumento una tonalidad humana. De nada valdría el esfuerzo titánico y genial de los grandes constructores estudiando las grandes proporciones de todas sus partes si el violín no se acercara a la sensibilidad humana. Esto es, por otra parte, la aspiración última de la orquesta. Y el violín es el instrumento supremo de la orquesta. En mi violín hago resonar todo: los cantos de los pájaros, el sonar de las campanas, las tristezas y los dolores íntimos de los hombres. Voy, realmente, no al entendimiento, sino al corazón del oyente, por eso establezco rápido contacto con él, por eso..."
- "¿Por eso...?"
- "Por eso dicen que el diablo es el que está en mi cuerpo".
- "¡Bah! Supersticiones de ignorantes".
- "Sí, supersticiones, ¿quién sabe? A veces yo mismo me pregunto si la gente tendrá razón. No sé cómo debe sentirse un poseído del demonio".
Así que Paganini, lejos de desmentir estos rumores que circulaban sobre él, en ocasiones, se ocupaba de alimentarlos, ya que eran una propaganda muy eficiente para él. En todas las ciudades por las que pasaba, personas de todos los estratos sociales se agolpaban para verle toca, ya que todo el mundo quería contemplar al "violinista del diablo".
Lo que parece más factible es que Paganini sufriera una enfermedad conocida como "Síndrome de Malfan", provocada por un defecto genético y que se caracteriza por un aumento inusual de la longitud de los miembros. Se decía que las manos abiertas de Paganini medían 45 centímetros cada una, aunque,para quién quería creer en su pacto con el diablo, Paganini no sufría enfermedad alguna sino que tenía un aspecto demoníaco.
Niccolò Paganini murió el 27 de mayo de 1840 por un cáncer de laringe provocado por un tratamiento a base de mercurio que estaba tomando para combatir la sífilis. Debido a todos los rumores que se generaron durante su vida, el obispo de Niza se negó a enterrarlo y su ataúd permaneció en un sótano durante varios años. Al fin, en 1876, se celebró un funeral y fue enterrado en el cementerio de Parma.
Lo cierto es que con pacto o sin él, Paganini influyó en grandes artistas como Liszt, Brahms o Rachmaninoff.

Museos en guerra: El Louvre

Entre 1940 y 1944, París sufrió la mayor ocupación de su historia por parte de las tropas nazis. Ya en 1938, cuando dicha ocupación se intuía, los responsables de la Dirección de los Museos Nacionales Franceses diseñaron planes para poner a salvo sus principales obras de arte de mano de los nazis, ya que se temían saqueos y bombardeos.
Jaques Jaujard, director de Museos Nacionales Franceses, ordenó el traslado de varias obras de arte del Louvre, entre las que se encontraban "La balsa de la Medusa", "La Gioconda" o "La Venus de Milo". Se puso mucho cuidado en esta labor para que las obras no se dañaran y, en ocasiones, tuvieron que usar verdaderas obras de ingeniería para trasladar, en este caso, las esculturas a los camiones que las esperaban para su mudanza, siendo "La Victoria de Samotracia" la obra que más costó sacar del Louvre. Entre finales de agosto de 1939 y mediados de diciembre del mismo año, 37 convoyes se llevaron del Louvre 3.690 obras de arte, trasladándolas a lugares alejados de las ciudades y de las líneas de tren.
Pero, sin duda, la pieza que más se mimó y cuidó fue "La Gioconda", y también fue la que más traslados sufrió. Durante la noche del 28 de agosto de 1939 abandona el Louvre empaquetada, montada encima de la camilla de una ambulancia y alojada en la parte trasera de un camión. La caja del camión iba sellada, para que la atmósfera no pudiera dañar la pintura e iba acompañada por una persona con el fin de vigilarla y evitar que sufriera algún daño. Al viajar en una atmósfera tan cerrada, su vigilante llegó al destino en un estado de semiinconsciencia. Primero se trasladó el cuadro al castillo de Chambord en el Loira, después al convento de Loc-Dieu en Louvigny, de allí pasó al museo de Montauband y finalmente terminó en el castillo Montal en Lot. En este periplo, el cuadro siempre estuvo acompañado por personal especializado, que incluso dormía en la misma habitación que la pintura.
El Louvre reabrió sus puertas al público el 1 de octubre de 1940, con un París ya ocupado. Sólo se podía visitar la planta baja y faltaban sus grandes obras maestras, aunque algunas, como "La Venus de MIlo", fueron sustituidas por réplicas de yeso. Como curiosidad, los ciudadanos alemanes tenían el acceso gratis, mientras que los franceses tenían que pagar.
Los nazis tuvieron un intento de acercamiento diplomático al museo, ya que defendían el principio de que había que devolver las obras de arte a sus países de origen, así que reclamaron varias obras valiosas del Louvre, como la decoración del altar de Busel. La respuesta francesa fue pedir ocho obras de Watteaus a cambio, que pertenecían a exposiciones públicas de Berlín y Dresde. Finalmente no se llegó a ningún acuerdo y la diplomacia nazi terminó en una vía muerta. Supongo que entendían que eran los demás los que tenían que devolver las obras de arte a sus países de origen.
Aunque es cierto que, durante su paso por Francia, los nazis respetaron las colecciones de arte públicas, pero no así las privadas. Había una división encargada de confiscar piezas de arte de colecciones privadas judías. Dichas piezas se empezaron a llevar a la embajada alemana en París pero, al faltarles espacio, empezaron a trasladar todo al Louvre y tres salas del museo fueron convertidas en oficinas del ejército alemán. Las obras de arte más valiosas se llevaron a Alemania, mientras que muchas otras fueron vendidas en el mercado internacional o quemadas en los jardines de Tullerías.
Al finalizar la guerra, el Louvre se fue abriendo de manera gradual entre los años 1945 y 1947, con sus principales obras maestras ocupando sus lugares habituales. En cuanto a las obras de arte robadas que aún permanecían en el museo, muchas fueron devueltas a sus legítimos propietarios o a sus familiares. El gobierno francés custodió las obras que no fueron reclamadas, guardándolas en el museo en espera de la aparición de sus dueños. Hoy en día, aún hay obras de arte esperando en el Louvre a ser reclamadas.

Los oscar

Estamos a unas horas de saber si la película triunfadora de este año irá de esclavos, estafadores, astronautas o de si alguien dará la sorpresa; pero quizá merece la pena echar la vista atrás y ver cual ha sido el origen y trayectoria de estos premios. Son los galardones más preciados de la industria del cine y, hasta el momento, las películas más laureadas han sido "Ben-Hur", "Titanic" y "El retorno del rey", con once estatuillas cada una. En cuanto a los más nominados destacan Meryl Streep con 18 nominaciones y tres premios, Katherine Hepburn, con doce nominaciones y cuatro premios, y Jack Nicholson y William Wyler con doce nominaciones y tres premios. En cuanto a la película más nominada tenemos "Eva al desnudo" con catorce, de las cuales se llevó seis premios.
Pero todo empezó en 1929 partiendo de una idea de Louis B. Mayer, propietario de la Metro Goldwyn Mayer, el cual pensaba que una ceremonia así iba a mejorar la imagen de la industria del cine. En cuanto al nombre del premio hay, al menos, dos versiones: por un lado se dice que Margaret Harrick, empleada de la Academia, comentó que la estatuilla se parecía a su tío Oscar; mientras hay quien dice que la responsable del bautismo fue la actriz Bette Davis, que al ver el galardón dijo que se parecía a su primer marido Oscar Nelson.
Para hacer el galardón, se usó como modelo al actor y director mexicano Emilio "el indio" Fernández y la primera ceremonia se celebró en la Blossom Room del Roosevelt Hotel de Los Ángeles. Durante años la gala se celebró en hoteles, hasta que en 1942 decidió trasladarse la fiesta a los teatros, ya que el número de asistentes había aumentado considerablemente. Las primeras galas tenían ciertas peculiaridades, como que se premiaban los trabajos hechos durante los dos años anteriores y también se premiaba a los profesionales por el conjunto de películas que hubieran hecho durante este periodo y no por una película en concreto. Así, por ejemplo, la primera actriz galardonada fue Janet Gayner por "El séptimo cielo", "El ángel de la calle" y "Amanecer". El primer actor en llevarse un oscar fue Emil Jannings por "The last Command" y "The way of All Flesh", el cual no pudo asistir a la entrega porque se encontraba de viaje en Europa y le dieron el premio un par de meses antes, convirtiéndose así en la primera persona en ganar un oscar. La primera película galardonada fue "Wings", un film de aviación.
En la década de los 30 se introduce la categoría de mejor interpretación de reparto, más concretamente en 1937, y los ganadores fueron Walter Brennan por "Rivales" y Gale Sondergaard por "El caballero Adverse". Pero en 1933 se produciría, quizá la anécdota más bochornosa de la historia de los premios: Will Rogers anuncia que el ganador del oscar al mejor director es "mi buen amigo Frank", levantándose Frank Capra a recoger el premio, siendo, en realidad, Frank Lloyd el galardonado. En esta década se dieron un par de premios especiales: en 1935 a la recién fallecida Shirley Temple, con tan sólo seis años, y en 1939 a Walt Disney se le entregó un premio de tamaño normal y siete oscars pequeñitos, como reconocimiento a "Blancanieves y los siete enanitos", el primer largometraje de animación.
Shirley Temple y Walt Disney con sus siete pequeños oscars
La década de los 40 estuvo marcada por la Segunda Guerra Mundial y, en este periodo, los oscars que se dieron eran de yeso, ya que la Academia donó el oro para la causa. Eso sí, cuando la contienda acabó, se cambiaron los premios de yeso por estatuillas normales. En 1940 Hattie McDaniel ganó el oscar a la mejor actriz secundaria por "Lo que el viento se llevó", convirtiéndose en la primera intérprete negra en ganar el premio. En 1943, Greer Garson ganó el oscar por su interpretación el "La señora Miniver" y dio el discurso más largo hasta la fecha, ya que duró seis minutos.
En la década de los 50, en 1957, se inaugura la categoría de mejor película de habla no inglesa, ganando la italiana "La Strada", de Federico Fellini. Antes de esta fecha ya se habían dado premios a películas extranjeras, pero eran premios especiales que no entraban en el sistema de nominaciones. También en 1957, por fin se premia a Victor Young por la música de "La vuelta al mundo en 80 días" y digo por fin porque el músico había estado nominado en 21 ocasiones previas. Lo vergonzoso para la Academia fue que Young murió cuatro meses antes de entregarle el premio. En 1959 se realizó la primera retransmisión televisiva de la gala.
En los 60 se dejan de ver los oscars en blanco y negro, ya que en 1966 se hace la primera retransimisión en color. Dos años antes, en 1964, Sidney Poitier gana el oscar al mejor actor protagonista, siendo el primer actor de raza negra que lo consigue. En 1968 se le concede el oscar honorífico a Alfred Hitchcock, que tuvo cinco nominaciones en toda su carrera, pero que nunca consiguió el oscar a mejor director.
La década de los 70 fue la década de los desplantes, ya que dos actores rechazaron el oscar: el primero fue George C. Scott en 1970, que lo ganó por su papel en "Patton" y lo rechazó alegando que odiaba su personaje y que toda la parafernalia de los premios lo único que conseguía era aumentar la competitividad entre los actores. En 1972 lo rechazaría Marlon Brando, que lo ganó por su papel en "El Padrino", y en su lugar fue a recogerlo Sacheen Littlefeather vestida de india y dando un discurso que criticaba lo mal que eran tratados los nativos americanos en las películas. Katherine Hepburn no rechazó sus premios, pero nunca fue a recogerlos y donó sus cuatro estatuillas al Empire State Building. Sólo acudió a la ceremonia en 1973 cuando le concedieron el oscar honorífico. Tampoco acude nunca Woody Allen, ni siquiera cuando "Annie Hall" fue premiada como la mejor película del año. Asisitió, eso sí, en el año 2002 cuando en la gala le hizo un homenaje a la ciudad de Nueva York, tras los atentados del 11 de septiembre.
Pero los 70 dieron para mucho a pesar de las ausencias. En 1970 "Cowboy de medianoche" ganó el oscar a la mejor película, siendo el único film que lo ha conseguido habiendo sido clasificado como X. En 1972, se vivió la ovación más larga de los premios, que duró algo más de cinco minutos, cuando se le hizo entrega a Charles Chaplin de su oscar honorífico. Se le volvía a ver en suelo estadounidense tras veinte años, ya que llevaba todo ese tiempo exiliado en Europa. En 1974, Tatum O'Neal gana el oscar a la mejor actriz de reparto con tan sólo diez años por la película "Luna de papel", siendo la actriz galardonada más joven, dejando a un lado los premios especiales. En 1977 se da el primer premio póstumo a un actor, Peter Finch gana el premio por "Network". Años más tarde, en 2009, este hecho se volvería a repetir con Heath Ledger, mejor actor de reparto por "El caballero oscuro". También en 1977 se premia a Beatrice Straight a la mejor actriz de reparto por "Network", siendo la interpretación premiada más corta, ya que sólo aparece en pantalla durante seis minutos. En 1999, Judi Dench estuvo a punto de emularla por su papel de reina Isabel en "Shakespeare in love", pero Dench apareció durante ocho minutos en la película, así que curró dos minutos más que Straight.
Los ochenta se inician con la victoria de "Kramer contra Kramer" y de su actriz Meryl Streep, que tiene uno de los grandes descuidos de la historia de los oscars, ya que se dejó su premio olvidado en el baño, aunque finalmente lo pudo recuperar. En 1981 se empieza a premiar el mejor maquillaje, ganando el maquillaje de "Un hombre americano en Londres". En 1986 se vive uno de los grandes fracasos de mano de "El color púrpura" de Steven Spielberg, que tenía once nominaciones y no se llevó ningún premio. En 1987 se lleva el premio a la mejor actriz Marlee Matlin por "Hijos de un dios menor", única interpretación hecha con el lenguaje de signos que ha sido premiada. En 1988 se cambia la frase que se dice al entregar los premios pasando del "and the winner is..." al "and the oscar goes to..."
En 1990 se premia el trabajo de Jessica Tandy en "Paseando a Miss Daisy", que con 81 años se convierte en la actriz más longeva en conseguir el premio. Pero los 90 no estuvieron exentos de polémica: en 1993, Jack Palance tenía que entregar el premio a la mejor actriz de reparto y se dice que el hombre iba bastante borracho, por lo que leyó mal el nombre de la ganadora, ya que ganó Marisa Tomei por "Mi primo Vinny", ante el estupor de todo el mundo. En 1997 la misma categoría también tuvo su polémica, ya que ganó Juliette Binoche por "El paciente inglés", a la que se le considera realmente la actriz principal y no la secundaria de dicho film. Como dato curioso, en 1992 nominan a "La Bella y la Bestia" como mejor película del año, algo que no había conseguido ninguna película de animación previamente, ni lo conseguiría después.
Pero ya en el siglo XXI, las pelis de animación tienen su propia categoría, inaugurada en el año 2001 por "Shrek". Ese mismo año, la Academia había dicho que premiaría al discurso más corto con un equipo de televisión, Julia Roberts ganó su oscar por "Erin Brokovich" y dijo que como ya tenía televisión se iba a tomar su tiempo en los agradecimientos. En 2002 Halle Berry gana el oscar a la mejor actriz principal por "Monster's Ball", siendo la primera actriz de raza negra en conseguirlo, ya que las anteriormente premiadas siempre habían sido secundarias. En el año 2003 se premia por primera vez un guión en castellano, el de "Hable con ella" de Pedro Almodóvar y en 2011 se nomina por primera vez una interpretación en castellano, la que hizo Javier Bardem en "Biutiful". En 2008 se da la curiosa circunstancia de que ningún intérprete estadounidense gana un premio, ya que los premiados son, como intérpretes principales Daniel Day Lewis y Marion Cotillard, y como secundarios Javier Bardem y Tilda Swinton. En 2010 se premia por fin el trabajo de una directora, el honor lo tiene Kathryn Bigelow por su trabajo en "En tierra hostil".
Primera gala de los Oscar en 1929
Un apunte curioso sobre los premios: quien gana un oscar no lo puede vender, si se quiere deshacer de él se lo tiene que ofrecer a la Academia, la cual le ofrecerá un dólar por él, y nadie puede escapar a esto, ya que los ganadores firman un contrato que lo estipula así. Pero hay una excepción, los herederos de Orson Welles pudieron vender el osacr que éste se llevó por el guión de "Ciudadano Kane", con el cual ganaron más de 800.000 dólares, ya que Welles nunca había formado dicho contrato.