No es discutible que el Nazismo perpetró auténticas atrocidades, pero quizá se habla poco de la responsabilidad de las mujeres en éstas. Para el Partido Nazi, el principal papel de la mujer era quedarse en casa para procrear y perpetuar la raza aria. Pero hubo una serie de mujeres, cerca de 3.700, que trabajaron e, incluso algunas de ellas, prácticamente dirigieron campos de concentración.
Desde finales de la década de los 30 ya empiezan a aparecer las primeras guardianas en campos de concentración y cárceles alemanas, pero es a partir de 1942 cuando se inicia un reclutamiento masivo de mujeres, debido a la escasez de varones. Las mujeres reclutadas suelen ser de clase media-baja, con altos niveles de analfabetismo y vidas bastante mediocres, por lo que, el unirse a las SS, lo veían como la oportunidad de sus vidas. Este reclutamiento se hizo, sobre todo, a través de anuncios en periódicos germanos que buscaban mujeres que quisieran demostrar su amor al Reich. Estas mujeres fueron entrenadas en Lichtenburg y en Ravensbrück (Alemania), recibiendo el mismo entrenamiento que los hombres, impartido por guardianas veteranas; aunque al aproximarse el final de la guerra también se reclutaron mujeres sin experiencia ni entrenamiento.
En los campos eran frecuentes las relaciones íntimas entre las guardianas y los miembros masculinos de las SS; pero sobre todo, eran muy frecuentes los casos de corrupción. Quizá el más célebre sea el caso de Ilse Koch y su marido Karl Koch, quienes malversaron millones de Reinchmarks del campo de Buchenwald. Karl Koch fue juzgado y ejecutado por los nazis, mientras que Ilse fue absuelta.
También se dieron algunos casos de empatía entre las guardianas, como el caso de Klara Kunig, guardiana de Ravensbrück, de la que prescindieron porque era demasiado amable y educada con los presos.
Después de la guerra, entre 500 y 1.000 mujeres fueron detenidas, aunque muy pocas fueron juzgadas por sus crímenes. Quizá las guardianas más tristemente célebres sean: Maria Mandel, Irma Grese, Juana Bormann y Hertha Bothe.
A Maria Mandel se la conocía como "la bestia de Auschwitz" y fue la responsable de la muerte de 500.000 mujeres civiles. En 1938 empezó trabajando como guarda de la prisión de Lichtenburg (Sajonia) y en 1939 fue enviada a Ravensbrück, dónde sorprendió a sus superiores. En octubre 1942 fue trasladada a Auschwitz, dónde fue ascendida a jefe de campo. Mandel tenía la costumbre de ponerse en el portón de Birkenau (uno de los anexos de Auschwitz) para ver pasar a los presos y, si alguno se atrevía a mirarla, desaparecía y no se volvía a saber nada de él. Entre sus funciones, estaba encargada de seleccionar a las personas que acabarían en la cámara de gas y también escogía a los niños que iban a ser ejecutados. En 1944 la trasladan a Dachau y, al finalizar la guerra, huyó por las montañas de Baviera, pero fue capturada el 10 de agosto de 1945 en Austria. En 1947 es juzgada por crímenes contra la humanidad en Cracovia y ahorcada el 24 de enero de 1948, con 36 años.
A Irma Grese se la conoció como "la bestia bella", "la cancerbera", "el ángel de la muerte" o "la perra de Belsen". Dejó la escuela muy pronto y se unió a La Liga de la Juventud Femenina Alemana, algo que su padre rechazaba y terminó echándola de casa. POr contra, ella denunció a su padre y consiguió que lo encarcelaran. En 1942 se presentó como voluntaria para un entrenamiento en el campo de Ravensbrück y en 1943 fue trasladada a Auschwitz, dónde fue ascendida a supervisora debido a su fanatismo y a sus sadismo. Grese dejaba que los perros del campo se lanzaran sobre los presos para devorarlos, cometió abusos sexuales, fustigó con látigos trenzados los pechos de las presas más atractivas y arrancó los ojos a una niña por estar hablando a través de una de las vallas del campo. Fue detenida el 15 de abril de 1945 y juzgada en el juicio de Bergen-Belsen. Murió en la horca el 13 de diciembre de 1945 a la edad de 22 años.
Juana Bormann tenía el apelativo de "la mujer de los perros", ya que soltaba a su pastor alemán a los presos. Se unió a las SS en 1938 por motivos económicos y trabajó en Ravensbrück, Auschwitz, Hindenburg y Bergen-Belsen. El 15 de abril de 1945 fue detenida y juzgada en el juicio de Bergen-Belsen. Murió en la horca a los 52 años, ejecutada junto a Irma Grese.
Hertha Bothe o "la sádica de Stutthof" se unió en 1939 a La Liga de la Juventud Femenina Alemana y en 1942 fue reclutada como guardia y entrenada en Ravensbrück. Trabajó en los campos de Stutthof y de Bromberg-Ost. El 21 de enero de 1945 fue la encargada de una de las marchas de la muerte, desde Polonia central hasta Bergen-Belsen. Fue detenida el 15 de abril de 1945 y forzada a enterrar los cadáveres judíos en fosas comunes. En el juicio de Bergen-Belsen es descrita como una capataz extremadamente cruel y fue condenada a 10 años de prisión, aunque fue liberada en diciembre de 1951, por un indulto del gobierno británico. Bothe aún sigue con vida y en 2008 concedió una entrevista en la que dijo: Qué quiere decir, ¿que cometí un error?no... no estoy segura de lo que debería responder, ¿cometí un error? no. El error fue el campo de concentración, pero yo tenía que hacerlo, de otra forma yo habría sido puesta ahí. Ese sí fue mi error.
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