En 1962 el director de cine Robert Aldrich decide adaptar para la gran pantalla la novela de Henry Farrell "¿Qué fue de Baby Jane?". La historia trata sobre Jane, una niña prodigio que triunfa en espectáculos musicales allá por el año 1917, y de su hermana Blanche, que triunfa en el cine en los años 30; hasta que un trágico suceso trunca sus carreras y las obliga a vivir juntas. Para ello Aldrich emplea la técnica teatral francesa del "grand guignol", es decir, sitúa la película en una atmósfera angustiosa, presenta a los personajes, especialmente a Jane, con unos maquillajes esperpénticos para exagerar sus gestos y expresiones, y retrata las bajas pasiones del ser humano, en este caso, el poder, la ambición y, sobre todo, la envidia. La película tiene muchas influencias de "Psicosis", estrenada un par de años antes, ya que ambas se centran en el terror psicológico; y de "El crepúsculo de los dioses", estrenada en 1950, ya que, probablemente, sean las dos películas que mejor retratan el paso de una época en Hollywood.
Pero, lo más increíble que consiguió Aldrich fue conseguir que la película la protagonizaran Bette Davis y Joan Crawford, dos de las actrices más reconocidas del momento, pero no era ningún secreto para nadie que se odiaban desde hacía mucho tiempo. Hay varios motivos que podrían explicar esta rivalidad. Por un lado, parece ser que Joan Crawford era una bisexual insaciable, de hecho la propia Bette Davis había dicho de ella que "se había metido en la cama con todas las estrellas de la Metro, menos con la perra Lassie"; y unos años atrás Crawford había pretendido a Davis: le mandaba muchos regalos e intentaba concertar una cita con ella, pero fue rotundamente rechazada. Bette Davis le dijo que no le mandara nada más porque no tenía tiempo de salir a comprar ningún regalo para ella. Otra de las causas del desencuentro entre las actrices sería que, en 1935, Bette Davis protagonizó "Peligrosa" junto a Franchot Tone, prometido de Joan Crawford, y se convirtieron en amantes, aunque para el actor sólo fue una aventura, ya que ese mismo año se terminó casando con su prometida. También había una rivalidad profesional, ya que Joan Crawford era una de las máximas estrellas de la Metro Goldwing Mayer, mientras que Bette Davis era la estrella de la Warner, y a ésta última le desesperaba que las películas con los mejores papeles femeninos se los llevara siempre la Metro, debido, parece ser a la tacañería de Jack Warner, que no solía gastarse grandes fortunas en guiones, y normalmente Bette Davis conseguía sus mejores papeles cuando la cedían a otros estudios, especialmente a la RKO.
Así que con todos estos antecedentes se intentó poner en marcha el rodaje de "¿Qué fue de Baby Jane?". Aldrich le ofreció a Joan Crawford el papel de Jane, pero lo rechazó porque dijo que era muy fea y prefirió quedarse con Blanche, así que el director habló con Bette Davis para que interpretase a Jane. Bette Davis le preguntó a Robert Aldrich que si se había acostado con Joan Crawford y éste contestó "no y no porque la señora Crawford no lo haya intentado". A Davis le gustó la franqueza de Aldrich y aceptó el papel, aunque, desde la firma del contrato, la cosa ya empezó mal, al darse cuenta Davis de que Crawford cobraba algo más que ella y exigió un reparto equitativo de los salarios.
El rodaje está lleno de anécdotas, ya que el empeño de ambas actrices fue el hacerle la vida imposible a la otra. En esa época Joan Crawford estaba casada con un alto ejecutivo de Pepsi, así que Bette Davis ordenó instalar una máquina de Coca-Cola justo enfrente del camerino de su compañera. Parece ser que Joan Crawford tenía un problema de alcoholismo, cuentan que nunca se separaba de una botella de Pepsi, que en realidad contenía vodka, algo que molestaba mucho a Davis, ya que pensaba que una actriz que siempre se presentaba borracha a trabajar iba a estropear su película. "Esta puta se pasa achispada todo el tiempo" es lo que solía decir de ella. Una de las exigencias de Crawford es que la temperatura del set de rodaje nunca sobrepasara los 15 grados, pero Davis convenció al equipo técnico de que no la hicieran caso, ya que Crawford "siempre iba recalentada por todo el alcohol que tomaba". También se cuenta que, a pesar de la fama de promiscua que tenía Crawford, daba una imagen de ser una persona muy puritana, otra cosa que sacaba bastante de sus casillas a Davis, por lo que en la puerta de su camerino puso un cartel que decía: "De todas mis relaciones, la que más me gusta es el sexo", con el único propósito de escandalizar a Crawford. La tensión fue in crescendo y, en una escena en la que Jane le daba una paliza a Blanche, Davis se lo tomó muy en serio y le dio tales patadas a Cawford, que ésta terminó con 20 puntos de sutura en la cabeza. Eso sí, Crawford se vengó, y en una escena en la que Jane tenía que arrastrar el cuerpo de Blanche, se puso unas pesas sabiendo que Davis sufría problemas de espalda, para que le costase mucho más.
Y la puntilla final ocurrió una vez finalizado el rodaje, en la gala de los premios Oscar. Davis fue nominada por su papel de Jane por onceava vez, mientras que Crawford no, para regocijo de la primera y fastidio de la segunda. Pero en esta ocasión, Joan Crawford hiló bastante fino y llegó a un acuerdo con el resto de actrices nominadas para que, en caso de ganar, dejar que Crawford recogiera el premio en su lugar. Y así sucedió, cuando se anunció que la ganadora era Anne Bancroft por "El milagro de Anna Sullivan", Joan Crawford se levantó ante la mirada atónita de Bette Davis, le dijo dulcemente: "¿Me disculpas?", y recogió el premio.
Ante el éxito que tuvo la película, Robert Aldrich intentó que ambas repitieran en "Canción de cuna para un cadáver", pero ellas exigieron que se usaran dobles para las escenas en las que tuvieran que salir juntas, algo a lo que Aldrich se negó. Además Joan Crawford por enfermedad no pudo participar, ella iba a ser la que encarnara el personaje principal, que finalmente fue para Davis, que en un principio iba a interpretar el papel secundario. Así que Bette Davis propuso a Vivien Leigh para que la acompañara en la película, pero ésta se negó diciendo: "Podría quizá mirar el rostro de Joan Crawford a las siete de la mañana en una plantación del sur ¡pero desde luego no podría mirar el de Bette Davis!". Katherine Hepburn también rechazó el papel, que finalmente fue interpretado por Olivia de Havilland, gran amiga de Davis en la vida real.
Joan Crawford murió en 1977 y cuando Bette Davis se enteró dijo: "Cuando se muere alguien no se pueden decir frases negativas, solamente se pueden decir frases positivas, así que... Joan Crawford se ha muerto ¡qué bien!". No se le puede negar a Davis que fue una frase muy positiva. Bette Davis murió en 1989, unos días después de recibir el premio Donostia en el Festival de San Sebastián.
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