martes, 1 de diciembre de 2015

Los trasatlánticos de la White Star: El Olympic, el Titanic y el Britannic.

Todo el mundo conoce la historia del Titanic dada la magnitud de la tragedia que protagonizó, pero hubo dos barcos iguales a él, cada uno con una historia particular.
En la primera década de siglo XX hubo una gran oleada de personas que emigraron de Europa hacia el nuevo mundo con la esperanza de prosperar y encontrar una vida mejor. Estos viajes se hacían en barco, así que las grandes empresas navales tuvieron que crear una serie de embarcaciones que dieran cabida a todas estas personas, pero, teniendo en cuenta que no iba a ser ésta una situación eterna, puesto que estas personas emigraban para no volver y era un viaje que se hacía una vez en la vida; estos barcos empezaron a combinar esos grandes espacios que necesitaban los emigrantes con espacios lujosos que pudieran atraer a personas acaudaladas que viajasen por placer o por negocios.
Las dos grandes empresas británicas dedicadas al negocio naviero eran Cunard y White Star. Cunard tomó la delantera con un barco llamado Lusitania, que fue el trasatlántico más rápido del momento, tanto que se le conocía como la liebre de los mares. La White Star viendo que no podía competir en rapidez con el Lusitania decide crear un nuevo concepto de barco, en el que prime el lujo y la comodidad en vez de la rapidez. Deciden crear tres grandes trasatlánticos que iba a ser bautizados con los nombres de: Olympic, Titanic y Gigantic. Los nombres, que transmiten tanta superioridad, estaban basados en la mitología griega y hacían alusión a los dioses olímpicos, a los titanes y a los gigantes.
El Olympic y el Titanic se construyen en unos astilleros de Belfast, lo que fue un gran logro, ya que era la primera vez que se construían a la vez dos naves de esta envergadura. El 20 de octubre de 1910 se hace el viaje inaugural del Olympic, convirtiéndose en el barco más grande del mundo e inaugurando la era de los supertrasatlánticos, ya que en su interior albergaba gimnasios, baños turcos o cafés parisinos. Al finalizar su primer viaje, los medios de comunicación hablaron de un rotundo éxito de la travesía, destacando sus medidas de seguridad y asegurando que este tipo de barcos eran prácticamente insumergibles... afirmación que más tarde le pesaría a la White Star. El 20 de septiembre de 1911, el Olympic tiene un incidente con el Hawke, un buque de guerra que colisiona con la popa del trasatlántico, destrozando varios de sus camarotes, aunque sin causar daños humanos, ya que todos los pasajeros se encontraban en ese momento en el restaurante. De este incidente se culpó al Olympic, al que se le acusó de ir demasiado rápido, y quedó inutilizable, aunque sí pudo regresar a Belfast para que lo repararan, tardando seis meses en volver a estar operativo.
El siguiente gran trasatlántico que emprendería su marcha fue el Titanic, el más célebre hoy en día, pero el menos famoso en esa época, ya que le faltó la publicidad que le dieron al Olympic Digamos que fue considerado como el "segundón", aunque su botadura atrajo todas las miradas. El Olympic y el Titanic eran prácticamente idénticos y muchos de los viajeros que habían viajado en el Olympic volvieron a viajar en el Titanic, pero con la condición de ser atendidos por la misma tripulación, así que la mayoría de los trabajadores repitieron.
El viaje inaugural del Titanic se produce el 11 de abril de 1912, pero lo cierto es que el barco estuvo a punto de no salir del puerto, lo que hubiera cambiado el destino de muchas personas. El Titanic no lograba salir de un muelle atestado por otros trasatlánticos, empezó a avanzar demasiado rápido y casi colisiona con otro barco llamado Nueva York, lo que casi provoca que no iniciase su viaje inaugural. Al final emprendió el viaje y en la madrugada del 14 al 15 de abril chocó con un iceberg, provocando la muerte de 1.514 personas. Este horrible accidente provocó el estupor en la industria naval y el Olympic fue retirado del servicio para mejorar sus medidas de seguridad.
Los restos del Britannic
Pero había un tercer barco que aún no había sido estrenado, el que llevaba por nombre Gigantic, al que se le decidió cambiar el nombre tras el accidente del Titanic y se quedó con el nombre de Britannic; ya que consideraban el primer nombre inapropiado, como una manera de tentar al destino. En 1915 se iba a celebrar su viaje inaugural, pero se canceló, ya que, a causa de la Gran Guerra, la marina inglesa requisó todos los trasatlánticos, siendo el Britannic convertido en un barco hospital que faenó en la zona de los Dardanelos. Empezaron a correr rumores sobre que el Britannic no respetaba la convención de Ginebra, ya que, además de a sus funciones como hospital, también se dedicaba al traslado de tropas y de armamento; por lo que su presencia en la zona empezó a causar muchos recelos. El 21 de noviembre de 1916, el Britannic explota en el Canal de Krea. Enseguida se echaron al agua los botes salvavidas, pero con la mala suerte de que éstos fueron succionados y destrozados por las hélices del propio barco, provocando la muerte de 30 personas. El barco se hundió en 55 minutos, tres veces más rápido que el Titanic y nunca se aclaró del todo el motivo de la explosión: hay quien piensa que fue torpedeado pro un submarino alemán, debido a los rumores sobre el incumplimiento del barco de la Convención de Ginebra; y hay quien piensa que lo más probable fue que explotara una mina a su paso.
El Olympic también fue requisado por la marina inglesa y, en mayo de 1918 se encontró con un submarino alemán al que invistió y hundió, convirtiéndose en el único trasatlántico capaz de acabar con un submarino de guerra. Al finalizar la guerra, el Olympic volvió a sus rutas comerciales habituales durante 15 años más, hasta que en 1934 se le retiró de la circulación, siendo vendido como chatarra en 1935.
60 años después de su tragedia, el biólogo marino Jaques Cousteau quiso encontrar los restos del Britannic, y lo hizo en diciembre de 1975. Los restos se encontraban a 130 metros de profundidad, por lo que no pudo explorarlo convenientemente. En 1995, Robert Ballard volvió a explorar los restos del barco y descubrió que se había hundido tan rápidamente, porque varios ojos de buey estaban abiertos. No encontró el ancla dónde se debería encontrar la supuesta mina que acabó con el Britannic, pero tampoco tenía pruebas de que hubiese sido torpedeado por los alemanes.
Violet Jessop
Como curiosidad, una mujer llamada Violet Jessop trabajó en la tripulación del Olympic y del Titanic, siendo una de las 700 supervivientes de éste último; y también trabajó como enfermera en el Britannic, sobreviviendo también a esta tragedia y a pesar de su fobia al agua.

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