Así que los mejores dibujantes de Alemania fueron llamados por Goebbels para crear la industria de dibujos animados alemana, que, evidentemente, tendría un cariz propagandístico, pero también buscaba entretener en los tiempos duros de la guerra.
En "Der Störenfried", corto de 1940 realizado por Hans Held, los animales de un bosque se unen para echar al alborotador de su comunidad, representado por un zorro. Aparecen erizos con cascos de la Wehrmacht y avispas en formación, cuyo sonido es el mismo de la aviación alemana.
También en 1940, se realiza el corto "Vom Bäumlein, das andere Blätter hat gewollt", basado en un poema de Friedrich Rückert. Es un film de propaganda antisemita que narra la historia de un árbol de oro, en el que viven unos pájaros y cómo un hombre judío se dedica a robarle las hojas.
En 1943, Oskar Sala realiza "Armer Hansi", en el que un inocente pajarito alemán es atacado por unas oscuras aves, que representan, evidentemente, a los judíos. Los nazis recurrían mucho a los animales para su propaganda antisemita como en "Luna de Miel en el Mar de Coral", en el que unos pececillos alemanes son acosados por un pulpo judío.
Hans Fischerkoesen realiza en 1944 "Der Schneemann", la historia de un muñeco de nieve que quiere conocer el verano. En este corto sí se le da más importancia al entretenimiento que a la propaganda.